Error
  • JFolder::create: Could not create directory
Error
  • JFolder::create: Could not create directory

Artículos de Francisco Peña

icon La Voz de Galicia, 12-02-2020 (p.14) (1.53 MB)

Las actividades humanas, y de manera especial la quema de combustibles fósiles, han liberado dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en cantidades suficientes para capturar calor adicional en la atmósfera y afectar el clima global, lo que supone un impacto sobre la salud, por lo que está intrínsecamente vinculado a la salud pública, a la seguridad del agua y de los alimentos, a la de los movimientos migratorios, a la paz y a la seguridad, y modifica la manera en que debemos considerar la protección de las poblaciones vulnerables. La OMS estima que en el horizonte 2030 habrá 250.000 muertes adicionales al año atribuibles a los efectos del cambio climático, principalmente debidas a la exposición a las altas temperaturas, episodios de diarrea, malaria y malnutrición infantil. La OMS respalda a los Estados miembros en la protección de la salud pública frente a las repercusiones del cambio climático y representa la voz del sector sanitario en la respuesta global de las Naciones Unidas a este desafío mundial.

El informe más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático confirma que hay pruebas abrumadoras de que los seres humanos están afectando al clima mundial, y destaca una amplia variedad de consecuencias para la salud humana. La variabilidad y el cambio del clima causan defunciones y enfermedades debidas a desastres naturales tales como olas de calor, inundaciones y sequías. Además, muchas enfermedades importantes son muy sensibles a los cambios de temperatura y pluviosidad. Entre ellas figuran enfermedades comunes transmitidas por vectores como el paludismo y el dengue, pero también otras grandes causas de mortalidad tales como la malnutrición y las diarreas. El cambio climático ya está contribuyendo a la carga mundial de morbilidad y se prevé que su contribución aumentará en el futuro. Las repercusiones del clima en la salud humana no se distribuirán uniformemente en el mundo. Se consideran especialmente vulnerables las poblaciones de los países en desarrollo, en particular los pequeños estados insulares, los países con zonas áridas y de alta montaña, así como las zonas costeras densamente pobladas. La diferente incidencia en las distintas regiones y la posibilidad o no de adaptarse a estos cambios, va a ser esencial para que las poblaciones afectadas puedan vivir en sus hábitats o tengan que desplazarse a otros lugares a causa del clima, lo que supondrá un problema importante.

Según el último informe del IPCC, incluso si el calentamiento global se limitase a 1,5ºC, más de 350 millones de personas podrían estar expuestas a morir de calor extremo en el 2050. Se estima que el coste económico de los daños directos para salud, atribuibles al cambio climático en el siglo XXI, estarán entre 2.000 y 4.000 millones de dólares de aquí al 2030, si bien estas cifras económicas y de mortalidad se verían muy incrementadas si se consideraran los impactos indirectos a corto y largo plazo. En el año 2015 la Comisión de Salud y Cambio Climático de The Lancet, denominó al cambio climático «la mayor amenaza para la salud global del siglo XXI», al considerarlo un proceso que podía hacer retroceder muchos de los enormes logros conseguidos en los últimos 50 años en materia de salud pública.

Según esta comisión, luchar contra el cambio climático podría ser la mayor oportunidad del siglo XXI a nivel mundial en materia de salud, y deben ser pioneros en la respuesta a la amenaza para la salud que representa el cambio climático.

“Salvemos el planeta: es tiempo de actuar”

icon Rull y Zalba Abogados (6-2-2020) (446.4 kB)

“Si queremos salvar el planeta y garantizar el futuro del medio ambiente es preciso apostar por la economía circular, las energías alternativas y movilizar al mundo en la lucha contra el cambio climático para que los gobernantes actúen de inmediato ya que cada vez nos queda menos tiempo y podemos llegar tarde...”.

Problemas ambientales cruciales y urgentes como la crisis climática, la pérdida de biodiversidad, la acumulación de plásticos en los mares y océanos, la contaminación del aire en las grandes ciudades que causan más de 7 millones de muertes al año, etc., se han convertido en problemas de estricta supervivencia, que exigen la adopción de medidas urgentes si queremos salvar el planeta pensando en las generaciones venideras. Cabe destacar la influencia que tienen los factores de riesgo ambientales (físicos, químicos, biológicos y sociales) en la salud del ser humano, aspecto fundamental en el que llevo insistiendo desde hace cuatro décadas, y que con el paso del tiempo ya nadie pone en duda. Está claro que cuidando el medio ambiente protegemos nuestra salud. Los recursos naturales no son inagotables y estoy convencido de que en esta nueva década que acaba de empezar tendrá un papel decisivo y fundamental el impulso de la economía circular, cuyo modelo se fundamenta en las cinco R: repensar, rediseñar, reducir, reusar y reciclar.

Tenemos que estar preparados para afrontar las posibles consecuencias del cambio climático. Es necesario establecer una estrategia adecuada para afrontar el impacto de la variación del clima en las personas, sobre todo en las ciudades y poblaciones costeras que serán las más amenazadas. El cambio climático supone la oportunidad de implantar políticas sanitarias públicas que influyan en la consolidación de modelos sostenibles y hábitos de vida saludables. Aspectos como la planificación energética, la planificación urbanística y los cambios en los transportes (transporte ecológico, movilidad verde, vehículo eléctrico) serán algunas de las claves a tener en cuenta para adelantarnos a los acontecimientos
y minimizar en la medida de lo posible sus consecuencias.

También hay que destacar que en esta última década las ciudades europeas están poniendo en marcha planes de actuación y adoptando medidas para la reducción de gases de efecto invernadero y a la vez afrontando la contaminación del aire a través de la movilidad sostenible, el uso de energías renovables, implantación del vehículo eléctrico (aunque queda mucho camino por recorrer) y otras medidas.

La COP25, organizada por Chile y celebrada en Madrid (2019), a la que tuve el privilegio de asistir en primera línea y participar activamente, ha generado cierta frustración ante la falta de acuerdos, y se volvió a constatar la desconexión que existe entre la comunidad científica internacional y los gobiernos respecto a la necesidad imperiosa de actuar ante la crisis climática. Los resultados de la COP25 han sido decepcionantes ya que no se lograron acuerdos relevantes y las decisiones sobre temas importantes se postergaron para la próxima COP26 que se celebrará en Glasgow en noviembre del 2020, donde se deberán adoptar decisiones vinculantes y definitivas o llegaremos tarde y pagaremos las consecuencias,
ya que esto acabará pasando factura a los gobernantes y a las empresas que no se sumen a afrontar la emergencia climática. Mientras los científicos y la ciudadanía vamos de la mano reclamando acción, los gobernantes no están a la altura de las circunstancias.

Es necesario un mayor nivel de compromiso de toda la sociedad y especialmente de los gobernantes para combatir y mitigar los efectos del cambio climático como una cuestión determinante para reducir las desigualdades sociales que existen en la actualidad. A nivel institucional resulta imprescindible establecer sinergias entre Medio Ambiente, Industria, Economía y Salud, para trabajar todos juntos en nuevos enfoques que reduzcan el riego para el medio ambiente. Hay que adoptar medidas urgentes para mitigar el cambio climático antes de que sea tarde y adaptarse a sus efectos es una cuestión moral ya que es necesario para erradicar la pobreza extrema existente en la actualidad y garantizar un desarrollo económico equitativo y sostenible. En la protección del planeta tierra, la raíz del problema está en la falta de equidad, justicia social y solidaridad, prevaleciendo los intereses de los más ricos sobre los más pobres, y esto tiene que cambiar. La lucha contra el cambio climático es un imperativo moral de toda la sociedad en su conjunto, ya que todos los que habitamos el planeta estamos obligados a colaborar en su protección. Es una cuestión de justicia social, de ética fundamental y de respeto por los derechos humanos, ya que todos los seres humanos somos iguales en dignidad. Que así sea, las generaciones venideras nos lo agradecerán.

Medio Ambiente, saúde e turismo sostible: o meu compromiso cos concellos galegos

icon Revista Concellos Galegos nº  33 - 2019 (O Faladoiro p.22-23).pdf (2.97 MB)


“Hai que sumar esforzos por parte de toda a sociedade, xa que o aire que respiramos, a auga que bebemos, os alimentos que inxerimos, o solo no que residimos e a paisaxe que contemplamos, non teñen nin cor político nin económico nin raza nin relixión…”.



Dada a estreita relación que manteño cos concellos galegos tras tres décadas de intensa labor desenvolvida no ámbito local, cando recibín a invitación da Fegamp para escribir un artigo na Revista CG , pensei que a mellor maneira de facelo era relatar algúns deses feitos e reflexionar sobre algunhas das cuestións ambientais que máis preocupan aos concellos.

Na líña das políticas da OMS de propoñer ambientes saudables, e coa esperanza de concienciar aos concellos galegos en mellorar a xestión ambiental, púxose en marcha en Galicia no ano 2000 o Programa Galego Municipios Saudables e Sostibles 2000-2020. No seu periplo itinerante pola xeografía galega contou coa participación de 256 concellos galegos e 6.400 ambientalistas nos 60 Cursos de Saúde Ambiental realizados. Recordo de forma moi agradable o paso por A Cañiza, A Coruña, A Estrada, Allariz, Arteixo, Baiona, Betanzos, Burela, Caldas de Reis, Cambados, Cangas, Carballo, Chantada, Castro Caldelas, Celanova, Cospeito, Ferrol, Foz, Guitiriz, Lalín, Lugo, Monforte de Lemos, Narón, Noia, O Barco de Valdeorras, O Carballiño, O Grove, O Porriño, Ordes, Ourense, Padrón, Palas de Rei, Ponteareas, Pontedeume, Pontevedra, Ribadavia, Ribadeo, Ribeira, Santiago de Compostela, Silleda, Verín, Vigo, Vilagarcía de Arousa, Vilalba, Viveiro e Xinzo de Limia, que acolleron esta iniciativa ambiental - pioneira e única no seu xénero- que me permitiu o privilexio de coñecer a fondo Galicia e aprender a querer con paixón a nosa terra e as súas xentes. Tras dúas décadas de labor desenvolvida, mantemos o noso compromiso e vocación de servizo público coa sociedade galega, e boa proba disto é a celebración do VIII Congreso Galego de Medio Ambiente & Saúde & Turismo Sostible no Salnés – LXI Curso de Saúde Ambiental, entre os días 26 e 28 de marzo de 2019.

Algúns dos problemas ambientais de carácter global e local que máis preocupan aos concellos galegos

As avaliacións de carácter ambiental máis recentes indicannos que a forma en que usamos os recursos naturais é insostible, o cal ven a dicirnos que estamos consumindo máis recursos naturais dos que o planeta pode producir. Os efectos acumulativos que causa a actividade humana deterioran a nosa saúde, a do planeta, e a súa capacidade para abastecernos. Hai que apostar polo modelo de economía circular que garantice o futuro do medio ambiente. As relacións entre economía e ecoloxía non teñen porqué ser conflictivas si se destinan suficientes recursos e se adoptan as medidas preventivas oportunas, xa que dispoñemos de instrumentos de xestión ambiental e tecnoloxías de saneamento, e é posible facer compatible o desenvolvemento coa protección do medio ambiente e a saúde.  

Os problemas ambientais dos que estamos a falar son diversos:  

A contaminación do aire e o cambio climático son as dúas caras da mesma moneda. Prodúcense ao ano máis de 8 millóns de mortes prematuras no mundo por exposición á contaminación do aire polo que é preciso desenvolver sistemas de monitoraxe da calidade do aire e contar con rexistros de saúde para mellorar a vixilancia de todas as enfermedades vinculadas a este tipo de contaminación. O cambio climático é unha consecuencia do quecemento global provocado pola emisión de gases de efecto invernadoiro, e temos que estar preparados para afrontar as posibles consecuencias coma o impacto da variación do clima nas persoas, establecendo una estratexia adecuada, sobre todo nas poboacións costeiras que serán as máis ameazadas. Aspectos como a planificación enerxética, a planificación urbanística ou a mobilidade verde, serán algunhas das claves a ter en conta para adiantarnos aos acontecementos e minimizar na medida que sexa posible as súas consecuencias. Os concellos gallegos teñen que sumarse ao Pacto Europeo dos Alcaldes para o Clima e a Enerxía.  

A contaminación acústica constitúe tamén un problema sanitario e social de primeira orde contra o que hai que loitar para que sexamos capaces de manter os niveís de ruido ambiental nunhas márxes tolerables. Coa finalidade de minimizar os riscos e evitar que repercutan negativamente sobre a saúde da poboación, debemos elaborar mapas sonoros xunto coa posta en marcha das medidas correctoras oportunas. Non obstante, hai que ter en conta que debido á multitude de fontes sonoras que existen nas ciudades, resulta en mitos casos una utopía cumplir coas recomendación da OMS de 55 dB como nivel de ruído ambiental diurno.  

A presencia de gas radón - un gas radiactivo - en solos graníticos e os riscos que supón para a saúde das persoas, deixan á vista a necesidade de adoptar tamén as medidas necesarias para previr a súa incidencia no cancro de pulmón.

A xestión do ciclo integral da auga será un dos grandes piares para o desenvolvemento sostible no século XXI. A crecente presión que supón a demanda de auga de boa calidade – e en suficiente cantidade para todos os usos- esixe un considerable esforzo por parte das administracións implicadas na xestión de infraestruturas de saneamento e abastecemento de augas. Máis inversións en infraestruturas e servizos, un mantemento adecuado das ETAPs e EDARs, ou destinar máis recursos e un maior control por parte da administración, poden ser as claves para o futuro.

A xestión integral dos residuos tamén ten que deixar de ser un problema a convertirse nunha oportunidade, é decir, a finalidade debe ser transformar os residuos en recursos. É necesario impulsar a recollida selectiva e propiciar a participación cidadá para unha boa separación en orixe, coa finalidade de incrementar a redución, a reutilización e a reciclaxe. Ademais, aquelas fraccións que non sexan aptas para a reciclaxe, poderán someterse a unha incineración controlada, elixindo a mellor tecnoloxía dispoñible que sexa económicamente accesible e provista de esixencias para protexer o medio ambiente e a saúde pública.  

Para camiñar cara un urbanismo sostible, é necesario deixar atrás o feísmo e os desmáns urbanísticos, e buscar o equilibrio no aproveitamento urbanístico, xunto coa mobilidade sostible ou a integración na paisaxe. Tamén se deberán xestionar axeitadamente os parques empresariais para minimizar o seu impacto ambiental e sanitario sobre a poboación entre outras accións.

O que está claro é que Galicia ten un patrimonio natural inmenso cunha gran riqueza que é preciso protexer e conservar. Hai que dedicar os recursos necesarios para afrontar con garantías a resolución dos problemas ambientais, que permitan un desenvolvemento sostible e equilibrado, e que teña como obxectivos a protección da flora e a fauna, dos alimentos, das materias primas, do hábitat, do patrimonio natural e cultural, etc. que condicionan e sustentan a vida no noso planeta.


Pensar globalmente e actuar localmente, a través dunha política ambiental eficaz de carácter preventivo e integrada na política socioeconómica, é o camino a seguir. O patrimonio natural galego constitúe un piar de apoio fundamental de cara a fomentar o turismo sostible e de calidade, como unha das potencialidades da nosa terra, e que ten como buque insignia o Camiño de Santiago e o fenómeno da peregrinación xacobea. Pero son coñecedor de que os concellos teñen cada vez máis competencias ambientais e escasos recursos dispoñibles para afrontalas, polo que é necesario achegar máis recursos ao poder local para cumplir coas esixencias que demanda a sociedade. Que así sexa.


¡Sempre por Galicia e a favor da saúde ambiental do planeta e a igual dignidade de todos os seres humanos!  

Con gratitude e amizade,


Prof. Dr. Francisco Peña
FUNDADOR PROGRAMA GALEGO MUNICIPIOS SAUDABLES E SOSTIBLES 2000-2020
www.medioambienteysalud.com

 

 

O río Miño/Minho: un dos tesouros ambientais de Galicia

icon NDEA Nº 1 Febrero 2015 (3.76 MB)

 

O rio Miño é un dos tesouros ambientais de Galicia e Portugal que é preciso protexer e conservar, pois forma parte do noso patrimonio natural,económico e social, como legado para as xeracións vindeiras.

 

Breve referencia do río Miño

O río Miño é o máis longo, caudalogo e importante de Galicia, unha vez recibido o seu aluente máis importante: o Sil. Está situado no noroeste peninsular, nace en Fontemiña, nas erra de Meira e na provincia de Lugo. Pasa por Lugo e Ourense, Ribadavia e Tui para ir a desembocar na Guarda entre España e Portugal. No seu tramo final sirve de frontera entre Galicia e o Norte portugués e conforma o estuario entre a Guarda e Camiña 8portugal). É navegable nos seus últimos 33 kms. ata Tui que queda separada de Portugal (Valençà do Miño) polo propio rio Miño. Mide aproximadamente uns 310 kms. E drena unha ampla conca dus 12.000 kms. Nos seus primeiros 40 kms. De recorrido pola provincia de Lugo (Terra Chá) poden aprediarse paisaxes dunha beleza extraordinaria como son os caneiros e insuas entre os concellos de Rábade e Outeiro de Rei. Entre Lugo e Ourense forma tres embalses como son os de Belesar, os Peares e Velle. Entre Ourense e a frontera con Portugal conta con dousw embalses máis, o de Castrelo de Miño e o de Frieira. que conforman unha paisaxe espectacular xunto aos Canons do Sil (un dos lugares máis emblemátticos de Galicia), e as vistas panorámicas da Ribeira Sacra ., cos seus estupendos viños con D.O. asi como un patrimonio cultural cos antiguos monasterios que poden ser visitados na actualidade.

 

Fortalezas e potencialidades do rio Miño

Debemos resaltar que todo o curso do río Miño está declarado Reserva da Biosfera. Na provincia de Lugo, cabe destacar a Reserva da Biosfera Terras do Miño (LIC Parga-Ladra-Támoga). Trátase da primeira Reserva da Biosfera declarada en Galicia, e a segunda máis grande da Península Ibérica, formando parte da Rede de Reservas da Biosfera Mundiais. Na conca alta do Miño hai diversos tipos de ecosistemas acuáticos, que son típicos da rexión bioclimática do Atlántico. Afluentes como o Parga, o Ladra, o Támoga, forman un complexo húmido característico, formado por unha extensa rede de canales, lagoas e terreos asulagados a os que están asociados zonas agrícolas e de pastos, bosques de ribeira, turberas e carballeiras. Esta grande diversidade de hábitat acolle numerosas especies de aves durante o invierno. O LIC do Baixo Miño forma parte da Rede Natura 2000, Zona de especial protección dos valores naturais e área ZEPA. Está situado ao sur da provincia de Pontevedra, ao suroeste de Galicia, inclúe a parte española do río Miño, coas suas ribeiras dende a presa de Frieira ata a desembocadura. O tramo do Baixo Miño da lugar a unha ria estreita e con depósitos de sedimentos polo que é unha reserva de marismas e estuarios. Cabe destacar que esta zona está sometida a unha certa presión urbanística, cinexética e pesqueira, ao que se suma a contaminación xerada polos residuos urbanos, que plantea problemas e dificultades para a sua conservación. O rio Miño tamén é soporte de actividades deportivas : esquí acuárico, piragüismo, vela, etc., e ao seu paso polos distitos municipios é punto de encontró . de de lecer, de contacto coa natureza e saúde. Un paseo polas ribeiras do rio é delicioso, se ben hai que facer compatible o uso da pesca e importante valor ecolóxico co disfrute destas zonas naturais do rio.

 

Riqueza faunística e florística do río Miño

En relación coa riqueza faunística cabe destacar que en todo o curso do rio atópanse peixes como a troita e a angula., ademais de mamíferos como o desmán ibérico e a nutria. No trramo alto atópanse ametidas e ¿sisóns?. Cipridos como cacho, bramédela, boga, e dentro dos ¿gastearástenos? Está o espiñento. O tramo baixo do rio Miño acolle en inverno aves acuáticas (porrón mondo, chirleite común e a avefría). Existe unha grande variedade de peixes (salmón, lamprea marina), asi como outras especies como o sábalo, a saboga e a solla. En cuanto á riqueza florística, no tramo alto atópase unha vexetación formada por bosques aluviais de alisios e frésnos, reboles e arganas. Existe unha gran variedade de especies de flora, entre as que cabe destacar o aboédela, alcrique, albo, ¿ameixa?, castaño, frésano común, rebole, sacie cincento, etc.

 

Algunhas medidas de prevención e propostas de mellora para o río Miño

Faise preciso evitar os verquidos de augas residuais urbanas ou industriais ao rio Miño sin que reciban o tratamento previo axeitado en EDARs e EDARIs.respectivamente. Armonizar o urbanismo con o medio ambiente:é preciso integrar a urbanización e o urbanismo co medio ambiente sendo respectuosos coas márxes dos ríos as paisaxes. Evitar a extracción de áridos, vixando para que esto non ocorra. Xestión adecuada dos residuos urbanos, erradicar os verquidos incontrolados, dispoñer de papeleras en lugares estratéxicos que son especialmente visitados coa finalidad de facilitar aos ciudadanos o cuidado da natureza Faise precisa unha maior vixianza e control do ambiente E necesario que exista unha maior vixianza e contro ambiental por parte da Aminisstración. Dedicar máis recursos á protección e conservación do medio ambiente. Impulsar a formación, investigación e educación ambiental, pezas clave dunha política ambiental de carácter preventivo. O medio ambiente é unhqa tarefa de todos; hai que propiciar unha maior concienciación social e participación activa dos cidadáns na defensa da natureza; é preciso un maior compromiso por parte de todosmaior compromiso por parte de todos os axentes sociales).

 

Cales son as ameazas e perigos que acosan ao río Miño?

  • Os verquidos de augas residuais agrícolas e industriais constitúen unha das ameazas, ainda que en menor medida que noutros tempos por dispoñer actualmente alguns concellos con Estacións depuradoras de augas, ainda que se precisa un axeitado mantemento do seu funcionamento. A xestión da calidade das augas esixe un tratamento das augas residuais urbanas (EDARs) e industriais (EDARLs), sobre todo se temos en conta que a Directiva Marco da Agua da Unión Europea do ano 2000 tiña como obxectivo que todas as aguas superficiais dos estados membros consigan un bo estado ecolóxico, polo que resulta imprescindible unha xestión integral dos ecosistemas (desde o estado de conservación do bosque de ribeira ata a construcción de infraestructuras hidráulicas ou a contaminación difusa dos cursos fluviais.)
  • A sustitución do bosque de ribeira por pasteiro ou por reploblacions forestais de eucalipto e pino galego.
  • O desenvolvemento e a presión urbanística, cinexética e pesqueira.
  • A inadecuada xestión dos residuos urbanos, agrícolas e industriais, dando lugar a problemas de contaminación o que dificulta a súa conservación. Os incendios forestais na súa mayoría intencionados é unha das principais lacras de Galicia, ademáis das consecuencias de carácter económico e social, supoñen un impacto ambiental dobre o solo, a vexetación, a fauna , o clima, etc.
  • O uso intensivo de praias e a maquinaria utilizada para limpialas supón unha ameaza para a vexetación dunar.
  • A extracción de áridos, prohibida, supón un problema de impacto ambiental coas conseguintes consecuencias invertebrada, alterando a cadea trófica, reduce a luminosidade das augas como consecuencia da turbidez, produce contaminación acústica, adeamis do risco de movilizarse os metáis pesados depositados no fondo.

 

A saúde ambiental do planeta: un dos grandes desafíos da humanidade para o século XXI

icon NDEA Nº 03 abril 2015 (p. 05) (516.87 kB)

A interacción entre o medio ambiente e a saúde ten unha relevancia fulcral para a saúde do planeta e dos seus habitantes. De alí a necesidade de pular pola habitabilidade da terra adiantándonos aos problemas e ás súas consecuencias cos medios que posuimos, pensando nas xeracións futuras. Cómpre posibilitar unha vida digna na que todas as persoas teñan cubertos os seus dereitos fundamentais: a alimentación, a auga potable, a saúde, a educación, a liberdade e a paz. Todo esto só será posible se se aplican os principios esenciais de xustiza, liberdade, igualdade e solidaridade. A saúde ambiental do planeta, ten que ser unha esperanza acadable e deberá mudar nunha realidade tanxible para todo o planeta. Cómpre pular por unha política ambiental eficaz, de carácter preventivo para abordar con garantías a resolución dos problemas ambientais, asemade inserir a política ambiental na socioeconomía e dotala dos recursos dabondo para a corrección de riscos. O compromiso medioambiental, implica destiñar máis recursos e unha dedicación continua ao longo de todo ao ano. Na saúde das persoas existen componentes de predisposición xenética, pero os factores de risco ambientais e os estilos de vida inadecuados inciden nunha maior proporción na aparición de enfermedades da civilización actual. A modo de exemplo poderiamos salientar que se producen ao ano 7 millóns de mortes prematuras pola exposición á contaminación do aire. A OMS prevee que en maio deste ano, apróbese unha resolución sobre a “Calidade do aire e saúde. Temos que estar preparados para afrontar as posibles consecuencias do cambio climático, cómpre establecer unha estratexia axeitada para afrontar o impacto do cambio climático nas persoas, sobre todo nas ciudades e poboacións costeiras que serán as máis ameazadas.

 

O cambio climático supón a oportunidade de implantar políticas públicas sanitarias que inflúan na consolidación de modelos sostibles e hábitos de vida saudables. Eidos como a planificación enerxética, urbanística e os cambios nos transportes (a movilidade verde), serán algún dos eixos a termos en conta para adiantarmos aos acontecementos e minimizar as súas consecuencias. O futuro está por facer, está nas nosas mans que tipo de sociedade queremos construir para deixarxe ás seguintes xeracións. Xuntos e unidos poderemos construir un mundo mellor.

 

Todos temos o compromiso como cidadáns ceibes e responsables de participar activamente na construcción do futuro. Cómpre mudar o silencio en compromiso participativo. Temos que aprender a traballar xuntos con aqueles que pensan distinto porque son moitas máis as cousas que nos unen que as que nos separan. É preciso reducir a crispación na sociedade en todos os eidos, especialmente no político. Debemos acabar coa corrupción, que a xustiza sexa implacable cos corruptos, xa que todos somos iguais ante a lei. Nesta época de crise, paro e fame, resulta inaceptable o elevadísimo nivel de corrupción; asemade resulta tamén intolerable a cantidade de recursos que se adican ao armamento utilizado para asesinar persoas nas guerras. Menos inversións en armas e máis recursos para combater a fame no mundo e as desigualdades sociais. Desde o respecto á diversidade e á liberdade do ser humano teremos que esforzarnos desde a nosa responsabilidade individual en sermos testemuña viva de comportamentos humanos ateigados de maior liberdade, responsabilidade, honradez e tolerancia, solidariedade, defensa e respecto pola dignidade humana, prevalecendo os valores éticos, morais e espirituais, que son os que realmente sustentan o ser da persoa. Temos que ser capaces entre todos de construir un mundo novo, un tempo novo para todos os habitantes da terra, no que as palabras guerra, corrupción e violencia non existan. Ese día gañaremos o futuro. O medio ambiente é patrimonio da humanidade e a súa conservación esixe o esforzo solidario de toda a sociedade no seu conxunto. A saúde ambiental do planeta está nas nosas mans, é unha tarefa de todos acadarmos algún día ese obxectivo fulcral para a humanidade. O medio ambiente non ten fronteiras, é de vital importancia a cooperación das nacións dos cinco continentes e á coordinación dos actores principais que as representan, establecendo estratexias de actuación conxunta por parte de todos os sectores sociais: políticos, empresarios, científicos, ecoloxístas, medios de comunicación e poboación civil, superando ideoloxías, localismos ou intereses económicos. O aire que respiramo, a auga que bebemos, a comida que xantamos, a chan no que vivimos, o lixo que xeramos e as paisaxes que gozamos, non teñen cor política nin económica nin étnica nin relixiosa. Todos os seres humanos temos que estar en condicións de igualdade ante a saúde, a educación e a vivenda, para poder desfrutar dunha vida digna e dun medio ambiente sano, e o que é máis importante que entre todos sexamos capaces de construirmos un mundo mellor, un planeta en paz; xusto, solidario, sano e sostible, para todos os que estamos, e os que virán. Agradeceránnolo. Que así sexa.